Un aceite de oliva noble originario de Villa Mazán, La Rioja, dueño de un sabor suave y frutado, con sensación cremosa en el paladar y majestuoso color dorado digno de ser usado en las mejores comidas para acompañar inolvidables momentos.
Nuestro aceite se encuentra respaldado por una larga historia que inicia desde el nacimiento mismo de los Andes, los cuales aportan el riego natural por medio de las aguas que descienden a través de las montañas (altamente cargada de minerales, como nitrógeno, fósforo y potasio entre otros; los cuales son fundamentales para el correcto crecimiento del olivo y su fruto) transportadas a través de acequias construidas en la antigüedad hasta las tierras riojanas. Tierras que instantáneamente fueron tomadas en cuenta por los españoles para traer de Europa el olivo y plantarlo. Pero que a diferencia de los ejemplares de Europa, los Argentinos daban el fruto más grande del mundo, y que además tenía una calidad inigualable; esta aceituna es la de variedad arauco, nuestra variedad.
Con el pasar de cientos de años ha llegado a nuestras manos la mejor descendencia de olivares, libres de agro químicos que crecen de manera completamente natural y nos regalan cada año la mejor calidad de aceituna que nos proporciona el mejor aceite.